Ser un buen casero es más fácil de lo que te imaginas pero, también tiene su intríngulis y ante ellos conviene no pasar de largo. Por ello, porque en Arrentum nos gusta que seáis unos propietarios de lujo, en este post, queremos dejaros una serie de cualidades que os han de caracterizar como tal. No las perdáis de vista y prestad mucha atención. ¡Seguro que os serán muy útiles!
Cumplir con las obligaciones
Es una de las principales cualidades de todo propietario. En este sentido, es importante –para evitar problemas- que asumas cada uno de los deberes que te corresponden ya que, ello, entre otras cosas, te permitirá exigir tus derechos.
Has de ser un casero implicado, atender a las demandas de tus inquilinos y corresponder a sus necesidades y ante cualquier circunstancia. La atención prioritaria hacia los mismos ha de ser tu mejor máxima. De igual modo, no debes perder de vista hacer posibles mejoras, tantas como sean necesarias para adecuar tu piso de alquiler y velar por su perfecto estado y mantenimiento. También, habrás de hacer frente a posibles reparaciones y averías que se den por el camino. En definitiva, tendrás que asumir tu condición de propietario con todo lo que ello conlleva, tanto en deberes como en derechos.
Ser legal
La legalidad ha de ser tu principal referente y el mejor valedor de tu comportamiento.
Lo mejor, para ello, es no salirse de las normas y legislaciones estipuladas en el mercado del alquiler. Para ello, el contrato de arrendamiento debe obrar conforme a lo que dictamine la propia Ley de Arrendamientos Urbanos que, ante posibles problemas, protegerá tus derechos si has sido legal del todo. En este sentido, conviene no saltarse las reglas para evitar males posteriores.
Escuchar con atención
Las cosas no son siempre como uno piensa. Es importante, al respecto, desarrollar una buena capacidad de escucha y de empatía.
En este sentido, ante posibles dudas, lo mejor es escuchar la voz de los profesionales, de los Expertos en la Selección del Inquilino ya que ellos son los que mejor podrán guiar tus expectativas hacia un alquiler de calidad.
Ser flexible
Principalmente con tus inquilinos. La imposición en el alquiler no es nada recomendable, podría jugarte malas pasadas.
Por tanto, esta cualidad también va asociada a la anterior. Es importante que escuches las demandas de tus inquilinos: pintar una habitación, arreglar cualquier desperfecto. Si escuchas y sabes resolver sus problemas te ganarás un inquilino para toda la vida. ¡Lo tendrás en el bote!
¿A qué no es tan difícil? Pues, tenlas en cuenta y no dudes en sacar la imagen del buen casero que llevas dentro. Tendrás mucho ganado.