¡Claro que puedes! Pero para poder llegar a ello, ambas partes conviene que tengáis las cosas, en este sentido, meridianamente claras. ¡Veamos!
Lo escrito, escrito está
La renegociación del contrato de arrendamiento puede ser factible y viable siempre y cuando no exista impedimento alguno contenido en este mismo documento. Por tanto, uno de nuestros mayores consejos es que, antes de firmarlo, las partes –casero e inquilino- lean y se den por enterado de todos aquellos aspectos que pudieran verse comprometidos en el cumplimiento de la relación contractual que mantienen.
De lo contrario, la operación de renegociación podría complicarse. Lo fundamental es que se contemple la posibilidad de alcanzar nuevos acuerdos sobre todas y cada una de las cuestiones que afectan al buen desarrollo del alquiler, sin olvidar que el contrato de arrendamiento marca la ruta a seguir.
Las clausulas mandan
En este sentido, conviene no perder de vista lo que dictan las clausulas generales y particulares contenidas en dicho documento. Cualquier cambio o modificación sobre las mismas han de verse contempladas en el documento contractual, si no, éstas no serían efectivas a todos los efectos legales.
Por tanto, ante cualquier renegociación de las condiciones o líneas maestras del contrato de alquiler hay que dejar constancia de ellas por medio de estos prerrequisitos formales.
Las clausulas mandan y son las que dictan qué posibilidades y qué condiciones existen para las partes que han de comprometerse, por imperativo legal, a cumplirlas.
Si propietario e inquilino están en desacuerdo, en ese proceso mismo de renegociación, sobre cualquier condición –precio, servicios mínimos, etc.- deben llegar a los consensos necesarios que se verán expresados y materializados en las partes específicas del contrato.
Todo conforme a la ley
En el alquiler la legalidad obliga. Al respecto, todo aspecto que se haya visto consustancialmente modificado ha de hacerse conforme a la legislación vigente. Y lo más importante, resulta vital que cualquier aspecto se renegocie sobre las bases del entendimiento y el diálogo entre las partes.
De común acuerdo, y aceptadas las nuevas condiciones, se registrarán esos nuevos pactos que permitirán afianzar la relación que propietario e inquilino están abocados a mantener. Y si es en las mejores condiciones, mucho mejor…
Si tienes dudas sobre posibles modificaciones que afectan a la viabilidad y garantía del contrato de alquiler, ya seas propietario o inquilino, otra solución para renegociar o reconsiderar posturas pasa por consultar a los Expertos en la Selección del Inquilino. Ellos te pueden dar las pistas necesarias o ser intermediarios claves en el proceso. ¡Pide ayuda si lo necesitas!
