Mejorar la rentabilidad o el valor de tu piso de alquiler es cosa fácil. Tan sólo es cuestión de caer en una serie de pequeños detalles que, en este post, estamos decididos a desvelarte.
Mantenimiento y reparaciones
Arreglar una gotera o una simple grieta, eliminar desconchones o manchas de humedad, sustituir un cristal en mal estado o una puerta que no deja de hacer ruidos cada vez que se abre, cargarte ese mueble que está viejo o sufre el uso del pasar del tiempo son pequeños detalles que pueden mejorar aún más el estado general de la vivienda.
Son unas simples tareas de mantenimiento con la finalidad de hacer más atractivo cada una de las estancias al futuro inquilino. Conviene, al respecto, que realices una pequeña inversión en reparar lo más sencillo para lograr conseguir un efecto que te resultará de interés y altamente beneficioso.
Brochazos y pinturas
Si las paredes presentan un estado inadecuado toca pintarlas. Es preferible que no optes por la personalización de colores y que te decantes por tonalidades mucho más neutras, pues tus gustos quizás no sean coincidentes con los del posible arrendatario.
Por tanto, si tienes que dar una mano de pintura lo más aconsejable es que lo hagas con colores neutros o los más básicos. Con ellos siempre acertarás puesto que están desprovistos de cualquier atisbo de personalización y además, aportan una mayor frescura, calidez y tranquilidad.
Baño y cocina
Son las estancias principales que más se prestan al detenimiento u observación del inquilino. Son los habitáculos más delicados e incisivos a la vista de cualquier ojo. Así que, ya sabes, en el momento de mostrar tu piso de alquiler, todo tiene que estar impoluto. Más aún, el baño y la cocina.
No se trata de que hagas grandes esfuerzos para ponerlos a punto. Basta con un simple lavado de cara. Por ejemplo, a la hora de ofrecer un nuevo alquiler sería suficiente si cambias las cortinas de la ducha, la tapa del inodoro o limpiar a fondo tanto los azulejos, de manera que queden casi relucientes, como los enseres y mobiliario básico para que se vean en perfecto estado.
Mejoras en la iluminación
Un inmueble bien iluminado ofrece un alto atractivo y mejora mucho su aspecto general. No te despistes y repara aquellas bombillas inservibles. Decántate por otras que den una mejor luz o que aporten cierta calidez, son sencillos trucos que harán mejorar enormemente el estado de la vivienda.
En definitiva, se trata de que con unas simples tareas de mejora y de adecuación, las posibilidades del inmueble se vean en aumento con un valor añadido con el que puedes ganar la partida del alquiler. ¡Manos a la obra!