Errores más comunes a la hora de alquilar

Muchos son los errores que se pueden cometer a la hora de alquilar. Con la intención de ponerlos en cuarentena y evitar así cualquier tipo de imprevisto a medio o largo plazo, desde Arrentum, en el post de hoy, les vamos a poner nombre y apellidos así como las alternativas existentes para tratar de no caer en ellos.

No leer el contrato

Por muy obvio que parezca es uno de los errores más comunes y habituales al alquilar una vivienda. El interesado elude cuestiones importantes que le podrían afectar y no revisa el contrato final antes de alquilarlo. Por tanto, hay que leer bien todas y cada una de las cláusulas ¡hasta la letra pequeña!

No hacer un contrato escrito

Las palabras se las lleva el viento. Es un error cerrar un contrato de palabra y que, por tanto, carece de toda validez legal. Por ello, lo mejor es dejar todo escrito y bien escrito puesto que a la hora de demostrar que se había alcanzado cierto tipo de acuerdo, si una de las partes obra de mala fe, resultaría imposible saber quién lleva la razón.

No negociar

Si cualquier condición que vincula a las partes no es bien tomada por una de ellas, es un error no negociar hasta conseguir el mejor consenso. En el caso de estar en desacuerdo con el precio del alquiler, si no se negocia, podría entrañar peligros en la relación que ha de existir entre propietario e inquilino.

No revisar el estado del inmueble antes de firmar

Ocurre, en ocasiones, que la vivienda que se va alquilar no se encuentra en las mejores condiciones por mucho que sea habitable. Ciertos detalles como grietas, desconchones o desperfectos convienen ser tenidos en cuenta por el inquilino para hacer ver al propietario tales condiciones antes de entrar en él. De lo contrario, existen también caseros despreocupados que se lavan las manos y exigen luego ciertas responsabilidades al arrendatario y viceversa. Lo mejor es advertir de cualquier desperfecto para evitar males mayores.

No realizar un inventario

Es un error también bastante frecuente. Es importante dejar constancia de todas aquellas pertenencias, electrodomésticos, mobiliario, etc. así como el estado de los mismos y que se ponen a disposición del futuro inquilino. De tal manera, el arrendatario evitará que puedan reclamarle muebles o electrodomésticos que el propietario decidió sacar del piso, por ejemplo. O, por el contrario, que el inquilino se haga el “sueco” y se ponga en entredicho la palabra del casero. Para que nada de esto ocurra, lo aconsejable es hacer un buen inventario que dé cuenta de todo lo existente en el hogar.

No establecer la forma de pago

En el documento contractual se debe fijar la forma en la que se van a efectuar los pagos de las mensualidades del alquiler, sea cual sea la fórmula para ello. Además, el arrendatario debe exigir un recibo que le respalde de la entrega de la cuantía mensual. De este modo, se evitará posteriores malentendidos sobre el método de pago y se garantiza que ambas partes tengan constancia de que la otra es conocedora de sus propias obligaciones y de que las mismas se cumplan.

Pagar por adelantado ciertas cantidades

Es aconsejable evitar el adelanto de cuantías dinerarias. Si el propietario presiona indicando que es una de las condiciones indispensables para acceder al piso es necesario negociar.

Son importantes conocer los diversos errores que se producen, de manera más común, a la hora de alquilar. Tomar conciencia de ellos evitará posteriores desacuerdos o conflictos entre propietarios e inquilinos, además, de afianzar así la buena relación que han de mantener los mismos. ¡Conoce los errores y alquila bien!…