Cuando un piso es alquilado se deben tener todos los suministros básicos dados de alta. En este sentido, el arrendatario debe proceder a realizar un cambio de titularidad de los mismos y en cuanto le sea posible. En el post de hoy, os damos unas cuantas pintas. ¡Tomad nota!
¿Es necesario hacer el cambio de suministros?
Lo es para evitar problemas sobrevenidos. El cambio en la titularidad de los suministros indispensables (luz, agua, electricidad, etc.) es una cuestión ventajosa tanto para propietarios como para inquilinos. ¿Por qué? Simple y llanamente, porque ambos con este simple trámite dejan definidas y concretadas sus responsabilidades.
Por un lado, el propietario tiene la tranquilidad de que, en caso de impago de cualquiera de ellos, la atribución de esa misma irresponsabilidad no caerá nunca directamente en él, sino en el propio arrendatario.
Por otra parte, el inquilino ante un cambio de titularidad de los suministros le permitirá obtener un control del consumo, así como el conocimiento puntual del gasto a través de las facturas personalizadas que, incluso, podrá ajustar él mismo en función de la contratación de diversas tarificaciones que se adapten a su bolsillo.
Cambio de suministro
Antes de nada, no debe confundirse el cambio de domiciliación del cambio de titularidad. Cuestión que, de no estar clara, podría entrañar ciertos errores.
En el primer caso, tan sólo se produce una simple modificación de la cuenta bancaria sobre la cual recae el importe de tales recibos.
Para proceder a un cambio de titularidad de cualquiera de los suministros es tan simple como llamar por teléfono a la compañía suministradoras y facilitar cuantos datos sean pertinentes para hacer efectiva la misma. Basta con aportar los datos del anterior titular y los del nuevo; es decir, nombre, apellidos, DNI del propietario y, de igual modo, se aportará la misma información del inquilino en cuestión, el cual pasará a ser el nuevo titular. Es un simple trámite, muy sencillo, que podría evitar males mayores.
Tras extinguir el alquiler
Mucho más fácil. Cuando el contrato de alquiler finaliza y el inquilino no renueva, los suministros deben pasar de nuevo a la titularidad del propietario. Conlleva hacer el mismo procedimiento que en el caso anterior.
¡Así de fácil!