Si has decidido poner en alquiler tu piso, probablemente, muchas serán las dudas que invadan tu cabeza. Más aún si lo haces por primera vez. Encontrar un buen inquilino que pague religiosamente la renta mensual y sobre todo, que cuide el inmueble como si fuera suyo es más que cuestión de suerte.
El inventario es uno de los mecanismos que aseguran una garantía para un alquiler sin sobresaltos. Por ello, como más vale prevenir que curar, te contamos en un par de líneas cómo enfrentarte a su elaboración.
Lo primero de todo, has de saber que se trata del documento que, anexado al contrato de arrendamiento, prevé listar el conjunto de muebles, enseres o utensilios disponibles en el inmueble; los cuales pones a disposición del usuario o inquilino. Es importante que éste firme tal documento, ya que implica que se responsabilice de posibles daños que pudieran producirse. A su vez, también sirve para que la compañía de seguros puedan valorar, de forma correcta, posibles indemnizaciones si se presentasen casos de robo o cualquier otro incidente doméstico. Por ello, hacer un buen inventario tiene sus ventajas.
La cuestión es que muchos propietarios realizan listados un tanto genérico y al mismo tiempo, incompletos y ahí está el problema. Un inventario inadecuado, a la hora de rendir cuentas, puede convertirse en una importante fuente de conflictos. Para ahorrarte malentendidos o disgustos, desde Arrentum, te proponemos los siguientes consejos.
Hacer un buen borrador
Hacerte con un buen borrador es una tarea clave. Acude a tu vivienda y elabora un listado completo y exhaustivo de todos y cada uno de los elementos que dispones en su interior: muebles, utensilios, enseres, etc.
Listado claro y conciso
Posteriormente, pasa a limpio ese borrador de una manera concreta, clara, precisa y detallada. Aquí has de ser bastante precavido. No basta con describir un objeto de manera genérica; por ejemplo, en lugar de poner: televisión, deberías de describir el modelo, características técnicas, marca, inclusive, si fuese nuevo tendrás entonces que especificar la fecha de compra, copia de la factura, etc.
Nuevas adquisiciones
Si pones a disposición de tu inquilino nuevos muebles, enseres o utensilios, todos ellos han de quedar reflejados en las labores de inventariado, Inclusive, has de prever tener controladas las facturas, comprobantes de pago, clausulas de garantía, manuales de instrucción, etc.
Fotografías
Un inventario en condiciones ha de completarse con unas buenas fotos, en primer lugar, de todas y cada una de las estancias del inmueble –a modo de visión general- y particularmente, deberá incluir imágenes fotográficas más detalladas de cada uno de los muebles, electrodomésticos o enseres de mayor valor o importancia.
Cuidado con la cocina
Probablemente, la cocina será el lugar que más tiempo te llevará a la hora de inventariar cada uno de los equipamientos y utensilios que ofreces. En este aspecto concreto, conviene que describas minuciosamente todo el menaje, vajilla, cristalería, más que nada porque si falta algo, aunque sea una pieza, el inquilino deberá renovar o sustituir esa falta.
Ojito con los desperfectos
De igual modo, el inventario ha de recoger aquellos desperfectos que existen en el inmueble antes de la entrada o disfrute del nuevo inquilino. En este caso, conviene tener esto muy en cuenta para evitar posibles desencuentros con el inquilino que, si existieran como tal, estaría en su pleno derecho de no asumir responsabilidades.
Por último, no olvides que tanto el inventario como las imágenes fotográficas, que detallan cada uno de sus elementos, deben de ser cotejados con la firma del inquilino en todas y cada una de las páginas del mismo. Asimismo, también ha de estar firmado el listado de desperfectos previos. Y si no tienes ni idea de cómo enfrentarte a ello, no te preocupes, en la red existen infinidad de modelos de inventario que te ayudarán a enfrentarte a una más que adecuada y correcta gestión.
Recuerda, si vas a poner en alquiler tu piso, más si es por primera vez, ya sabes: ¡no sin tu inventario!
