Muchas son las preguntas que pueden venirte a la cabeza a la hora de alquilar un piso. Como nos gusta poner las cosas fáciles, en este post esperamos dar respuesta a las más significativas o habituales. ¡Ahí van!
¿Qué ha de incluir el precio del alquiler?
Es fundamental cuando gestiones el contrato de arrendamiento que dejes bien claro y por escrito el conjunto de gastos que quedarán incluidos en la renta mensual del alquiler: cuota de la comunidad, gastos de gestión, impuesto de basuras, etc. De lo contrario, si no quedara claro, podrían venir en adelante los conflictos o desagradables sorpresas que empañarían la buena relación que han de mantener propietarios e inquilinos.
¿Quién se hace cargo de las averías?
El contrato, en este caso, es el que manda. Depende de las especificaciones acordadas o reseñadas por las partes. Lo lógico es que las averías estructurales (calderas, humedades, tuberías, dispositivos electrónicos, etc.) corran a cuenta del propio casero y, los más corrientes, derivados del uso de habitabilidad, que son los más insignificantes, los pague el bolsillo del inquilino.
Con estas cuestiones hay que tener sumo cuidado ya que, las averías y sus posteriores reparaciones, suelen ser una fuente constante de conflictos. Por ello, antes de entrar a vivir es importante comprobar que todo está en perfecto estado para evitar malentendidos que pudieran acarrear males mayores.
¿Cómo gestionar las altas de suministros básicos?
Dar de alta los suministros básicos (luz, agua, gas, calefacción, etc.) conlleva unos costes que, en principio, debería asumir el propietario. No siempre es así. Estas condiciones, de igual modo, han de quedar prefijadas en el contrato de arrendamiento.
A su vez, resulta conveniente una revisión de las instalaciones antes de que el nuevo inquilino tenga a su disposición el piso o vivienda y no sólo eso, sino que además, todos los suministros han de estar actualizados respecto al correspondiente pago.
¿Puede subirse la cuota?
Dependerá en función de qué casos. Existen propietarios que, de manera unívoca, establecen una cantidad y jamás la modifican o actualizan. Por el contrario, existen otros que incrementan el coste de la renta mensual en función de diversos indicadores del IPC. Aunque, conviene saber que con la modificación de la ley de arrendamientos urbanos, las subidas ya no se contemplan en función de la variabilidad global, de ascenso o descenso, del propio IPC.
Otras especificaciones
Existen otras cuestiones más específicas que convienen ser pactadas o consensuadas de cara a la negociación del contrato de alquiler. Si se puede o no tener mascotas, si el piso se dispondrá amueblado o sin muebles, etc.
Todos y cada uno de los requisitos han de quedar claramente reflejados bajo contrato de modo que, las partes vinculantes se comprometan a acatar los límites y las mismas responsabilidades que, previamente, habrán sido acordadas. De lo contrario, los problemas podrían empezar nada más haber establecido la relación propietario e inquilino. Que, por supuesto, ha de ser correcta y favorable para disfrutar de un alquiler de calidad y de confianza.
