Las averías en el piso de alquiler son más habituales de las que todo inquilino se espera y de las que todo propietario deseara no tener, ya que la mayor parte de ellas le compete a este último responsabilizarse de su solución. Vamos, más que a él a su propio bolsillo.
En el post de hoy vamos a reparar, y nunca mejor dicho, sobre todas aquellas que se producen con mayor asiduidad. Existen infinitas posibilidades. Lo importante es saber cómo actuar ante unos casos de esta envergadura. ¡Seguro que os interesa!
La caldera
Es una de las roturas más típicas. La caldera se ha negado a no calentar el agua y no sabes qué hacer. Por lo pronto, no te puedes ni duchar. Pues bien, toca repararla sin más remedio.
En principio, de la atención técnica nadie te libra y en este sentido, es el casero el que debe responder con el gasto de reparación al ser este un suministro indispensable del hogar. Lo fundamental, para evitar disgustos o sorpresas, es atender a su estado de conservación y para ello, nada mejor que las oportunas revisiones anuales tanto de termos como de calderas ya que, bajo este procedimiento, se permite detectar las posibles fugas o roturas que pudieran provocar un inadecuado funcionamiento.
Grifos y pérdidas de agua
Normalmente, las pérdidas de agua vienen motivadas por un grifo en mal estado. Y ahí, saltan todas las alarmas. Los desajustes, al respecto, se producen en un desperfecto en la junta de cierre que estaría provocando pérdidas de agua que no nos podemos permitir el lujo, ni económicamente ni por concienciación con el medio ambiente.
En estos casos, la solución pasa por llamar a un fontanero, cuya reparación tiene una fácil solución, inclusive, por nuestros propios medios podríamos acabar con la situación. Implica una simple tarea como la de retirar el embellecedor del grifo, y cambiar la pieza deteriorada por una goma en perfecto estado, que será el remedio eficaz para tales males.
En lavabos y fregaderos también es muy común sufrir atascos. Para prevenirlos os recomendamos limpiar periódicamente los tapones y verter, una vez a la semana, aproximadamente, una olla de agua hirviendo por la tubería, de esta forma arrastrarás y eliminarás todo residuo persistente. Otra solución eficaz es optar por productos desatascadores que son muy eficientes.
Electricidad
Las averías eléctricas son los más comunes y también las más peligrosas. Si quieres evitar tales problemas nada mejor que llevar a cabo unas cuantas medidas correctoras o reparadoras: comprobar la potencia contratada, no sobrecargar el circuito eléctrico enchufando cientos de cosas a la vez y por supuesto, desenchufando todos los dispositivos y electrodomésticos cuando no se vaya a hacer uso de los mismos.
