Ser buen inquilino es muy fácil. Tan sólo hace falta un poco de voluntad y de entendimiento en las relaciones que habrás de mantener, necesariamente, con tu propio casero.
En Arrentum, porque nos gusta que los inquilinos sean los mejores, queremos daros una serie de pistas para que te conviertas en un inquilino 10, en el mejor de todos los posibles que todo propietario le gustaría tener. ¡Toma nota!
Trato amable y cordial
Es fundamental que propietario e inquilino mantengan un trato mutuo. En el mejor de los casos, sin duda alguna, éste ha de ser lo más amable y cordial posible.
Necesariamente, deberéis estar predestinados a entenderos. Por ello, conviene que la relación sea constante, mantenida y fluida entre las partes.
Ser amable y cordial, de entrada, os abrirá muchas puertas. Principalmente, cuando tengáis que negociar posibles cuestiones o cláusulas específicas del contrato de alquiler en las cuales, ampliamente, se tienen que ver satisfechas y respaldadas cada una de las necesidades de ambas partes.
Responsable y respetuoso
Para ser un buen inquilino es importante que seas responsable con el inmueble que el propietario, confiadamente, deposita en tus manos.
En este sentido, conviene que seas respetuoso con las estancias e instalaciones tanto propias de la vivienda en alquiler como de los espacios compartidos y ajenos. Pues, sin duda alguna, ser responsable y respetuoso en el alquiler te acreditará como una persona confiable y digno de merecer todo el respaldo de tu casero, más aún ante cualquier imprevisto o infortunio que pudiera suceder.
Excelente pagador
El mejor inquilino es aquel que, en tiempo y forma, sabe hacer frente al pago mensual de la renta o cuota de alquiler. Además, ello implica un ejercicio de responsabilidad por parte del arrendatario con el que queda comprometido, de ipso facto, al firmar su contrato de alquiler.
Aún es más, el inquilino moroso encontrará dificultades si se plantea volver a hacer de las suyas. Por tanto, no sólo por una cuestión ética sino también práctica, el inquilino idóneo debe hacer frente al pago de la renta a la que se ha comprometido. De lo contrario, la mala fama le perseguirá y terminará acorralándole.
Sinceridad por delante
Al inquilino 10 se le percibe sincero. Por ello, ante cualquier discrepancia con el propietario, y desde el respeto, es preferible que eches mano de la sinceridad para hacerle llegar cualquier tipo de desavenencia antes de que la buena relación pueda torcerse.
De igual modo, ante cualquier avería o rotura provocado por su parte, consciente o inconscientemente, lo mejor es decir las cosas, tal y como son, y asumir la responsabilidad del desperfecto. Ocurre, que muchas veces los inquilinos tergiversan la realidad de lo ocurrido y acaba convirtiendo la cuestión en un malentendido del que muchas veces no sabe ni como deshacerse.
Compromiso
Para rematar el buen perfil del inquilino, éste ha de ser una persona comprometida con la palabra dada y firmada en el contrato de alquiler. Debe ser lo suficientemente responsable como para cumplir cada uno de los requisitos y prebendas contenidos legalmente en el documento contractual de arrendamiento.
De lo contrario, la falta de compromiso y de lealtad con su casero podría dejarle en una situación desaconsejable y nada ventajosa.
Ya tienes las claves para convertiré en un inquilino 10. En Arrentum nos gustan inquilinos buenos como tú. Los mejores ¿Das el paso? ¡Infórmate!