Dar con un buen profesional o intermediario del sector inmobiliario no es nada fácil. Los Expertos en la Selección del Inquilino –como los de Arrentum– brillan por su ausencia. En el sector no todos son buenos profesionales y conviene no fiarse de cualquiera, ni tan siquiera de las apariencias.
Por ello, es importante reconocerlos a partir de las cualidades que te hacemos llegar en Arrentum, con el post de hoy…
Legales
Es la primera máxima que ha de tener un buen profesional inmobiliario. En el sector quién manda es la Ley de Arrendamientos Urbanos.
En este sentido, conviene que el profesional sea un conocedor de la misma y un valedor porque se establezcan y aplique con exactitud los preceptos legislativos que en ella se concretan. Todo lo demás quedará fuera de la legalidad y podría acarrear consecuencias no deseadas tanto para propietarios como para inquilinos.
Competentes y formales
El buen profesional inmobiliario es conocedor del sector en el que se mueve. Conoce las rutinas y las dinámicas existentes, es competente para actuar ante cualquier desafío y ofrecer respuestas adecuadas de actuación.
Asimismo, la formalidad ha de ser su herramienta de trabajo y su principal compromiso a la hora de garantizar una adecuada atención y orientación.
Transparentes
La transparencia es una exigencia para el sector. El buen profesional del sector inmobiliario no ha de ocultar nada y, en todo momento, ha de mostrarse tal y como es, como un verdadero intermediario al servicio de las necesidades tanto de propietarios como de inquilinos.
Atentos
El buen profesional del sector inmobiliario sabe mostrarse atentos a las necesidades y preocupaciones del cliente, de hecho su trabajo ha de estar enfocada a cada una de las mismas para prestar un adecuada y eficaz servicio o gestión que le sea encomendada.
Experiencia
La experiencia es la principal virtud de este tipo de profesional pues, su andadura, le permite ofrecer los mejores consejos y establecer las mejores líneas maestras enfocadas a una atención personalizada y coherente.
Flexibles
El buen profesional del alquiler sabe adaptarse a las exigencias y demandas de sus públicos, con el principal afán de encauzar los deseos de todo aquél que acude a sus servicios profesionales.
Simpático
La simpatía y una atención cercana permiten, a su vez, que el intermediario del alquiler sea visto por la sociedad y por sus públicos como un profesional merecedor de todo respeto.
Ya sabes, si te encuentras con un profesional del alquiler por ahí, con estas cualidades, ponlo a prueba y si ves que falla, cambia de profesional, los Expertos en la Selección del Inquilino están a tu entera disposición. Y, sí que podemos decir, desde Arrentum, que los nuestros cumplen todas y cada una de estas cualidades. ¿Nos conocemos?