¡Pues que el propietario, desgraciadamente, lo podría tener algo chungo! Para que eso no ocurra, desde Arrentum, queremos revelarte qué pasos se deben emprender para reclamar la deuda. ¡Toca poner en marcha la maquinaria!
Antes de nada, lo primero de todo, en el caso de posibles retrasos puntuales conviene advertir de la situación, lo antes posible, al inquilino para que repare el pago cuanto antes. Pensemos que un despiste lo puede tener cualquiera. El problema se complica cuando los retrasos son frecuentes o los inquilinos dejan de pagar sus mensualidades.
¿Hay avalista?
Si el propietario de cualquier inmueble en alquiler se encontrase en esta situación, nada fácil o cómoda para él, lo primero que tiene que cotejar es el contrato de arrendamiento y observar si el inquilino moroso dispone o no de un avalista.
Si dispone de avalista y no se salda la deuda, lo mejor es iniciar el proceso de desahucio de las rentas no satisfechas al inquilino, y en defecto de pago por parte de este a su avalista.
Ahora bien, cuando los inquilinos no disponen de avalista, la situación puede complicarse algo más, ya que el saldo de la cantidad que debe podría ser más difícil. En estas circunstancias, lo que resulta más recomendable es tratar de llegar a un acuerdo con el inquilino moroso lo antes posible.
Formas de acuerdo
En el momento en el que el inquilino no quiera hacer frente a su deuda, la intención y prioridad de todo propietario es satisfacer favorablemente la misma, cuanto antes mejor, y poner fin a esta situación sobrevenida. Para ello será necesario buscar el consenso y el acuerdo de manera inmediata. Hay dos fórmulas para ello.
Por un lado, habrá de concederle al moroso facilidades de pago necesarias. Nos decantaremos por esta opción cuando aún se mantenga un pequeño atisbo de confianza en el inquilino para que así pueda hacer frente al pago de las mensualidades no satisfechas.
Por el contrario, la mejor operación es la del acuerdo. Resulta recomendable, en este caso, tratar de llegar a un consenso, porque si no tiene avalista y es insolvente, muy difícilmente el propietario de la vivienda podrá conseguir las cantidades no satisfechas hasta el momento. Lo mejor, para ambas partes, es firmar la extinción del contrato de alquiler de forma anticipada.
Procedimiento de desahucio
Tiene como principales finalidades que el propietario pueda reclamar las rentas que no le han sido satisfechas y conseguir que el deudor abandone la vivienda en el menor plazo de tiempo posible.
Este se inicia por el propietario cuando el inquilino incumpla cualquier cantidad a pagar en concepto de renta. De tal modo, se podrá comenzar con el procedimiento cuando se haya producido el impago de una sola mensualidad.
Asimismo, puede terminar de dos maneras. El inquilino satisface todas las cantidades reclamadas, más las que se hayan generado hasta la vista o que el inquilino siga erre que erre sin hacer frente a su responsabilidad de saldar la deuda, ante lo cual el procedimiento seguirá adelante, será demandado judicialmente y la cosa probablemente acabará mal dada su irresponsabilidad.
La mejor manera de evitar todo este mal trago, es confiar el alquiler a los expertos en la selección de inquilinos para que luego no te arrepientas. Confiar en ellos es plantar cara a la morosidad en el alquiler. ¡Infórmate!