Tal vez un día en un bar se te ocurrió algo mientras charlabas con tus amigos, o justo antes de irte a dormir… Tienes una idea, la que tú crees que ser convertirá en un negocio que te hará ganar mucho dinero.
Empieza haciéndote preguntas
¿Qué voy a ofrecer? ¿Qué modelo de negocio elijo? ¿A quién me dirijo? ¿Qué innovación aportará mi empresa? Si tienes pregunta para todas ellas, vas por el buen camino. Siéntate a pensar detenidamente y ponlo todo por escrito. Detalla tu idea, así tendrás bien claro cuáles son los siguientes pasos a seguir.
Competencia
Seguramente existirá una competencia directa en el mercado o tal vez no porque tu idea es de lo más innovadora. El segundo caso no suele ser muy habitual, así que prepárate a preparar un buen retrato de tus competidores. ¿Quiénes son? ¿Qué pretendo mejorar frente a sus servicios? ¿Cómo puedo captar sus clientes? Si conoces los puntos débiles de tu enemigo podrás ganar la guerra.
Financiación
Una vez la idea está bien afianzada hay que empezar el proceso de materialización de la misma. Es hora de analizar los recursos que necesitas para poner en marcha tu idea. Tienes que tener claro cuánto dinero necesitas para comenzar sin ahogos. Antes de poner la primera piedra a tu negocio asegúrate de tener recursos económicos para mantenerte a flote durante los primeros meses, hasta que los gastos y los ingresos se estabilicen.
Poco a poco, sin prisa pero sin pausa conseguirás que tu idea sea 100% viable y la convertirás en un negocio de éxito.
