No nos llevemos a engaños. Alquilar un piso no es una tarea fácil, ni mucho menos algo que se resuelva de manera inmediata. Antes de ello, todo propietario, para convertir el inmueble en un producto atractivo y sugerente, debe tener en cuenta una serie de cuestiones. En este sentido, el acondicionamiento y la adecuación son elementos vitales para conseguir un contrato de alquiler lo antes posible y de calidad. Por ello, en esta entrada, desde Arrentum os hacemos llegar una serie de imprescindibles antes de que tu alquiler sea lo más efectivo posible. ¡Toma nota!
Bonito y atractivo
Tu piso ha de ser lo más atractivo posible. Ha de lucir en perfecto estado y en las mejores condiciones, hasta el punto de seducir y cautivar los ojos de los posibles inquilinos.
La primera impresión es la que cuenta. Por ello, en la visita al inmueble el arrendatario ha de verlo como ese hogar en el que cualquiera estaría deseando habitar en él de inmediato. Pinta, higieniza, repara, limpia a fondo, subsana todas las imperfecciones, corrige cualquiera de los desperfectos. Despersonaliza la vivienda, quita fotos o recuerdos personales…etc. En definitiva, convierte tu piso de alquiler en el mejor atractivo y carta de presentación para que te lo quiten de las manos.
Ponte al día
Es muy habitual que, en materia de suministros y de gestiones básicas, no se esté al día de todo. Por ello, es muy importante que los suministros principales –agua, luz, gas, etc.- estén dados de alta y al corriente de pago antes de poner el piso en alquiler. Además, será necesario para realizar el correspondiente cambio de titularidad –con el que evitar problemas- una vez que aquél se haga efectivo.
De igual modo, es importante cumplir con las exigencias legales respecto al certificado de eficiencia energética. Si no lo tienes hazte con él o déjalo en manos de los profesionales pero, su gestión es ineludible y no admite demora alguna para garantizar un alquiler con todos los requerimientos y garantías que le son propios y necesarios.
A vueltas con el precio
Fijar un precio óptimo de alquiler no es fácil. Conviene, al respecto, ser realista y no dejarse llevar por terceros, ni tampoco por falsas creencias. Por tanto, lo más conveniente es tener en consideración una serie de parámetros objetivos –precio de la zona, servicios que ofreces, garantías, etc.- que, junto a tus expectativas realistas, habrán de llevarte al establecimiento de un precio competitivo pero adecuado y sensato a la demanda.
Si tienes problemas, en este sentido, lo mejor es dejarse aconsejar por los que, verdaderamente, dominan y conocen el tema: los Expertos en la Selección del Inquilino.
Legalidad ante todo
Por si no lo sabías, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) es el documento de cabecera a la hora de regular la redacción y resolución del contrato de arrendamiento. Es importante, por ello, que te informes de tus derechos pero también de tus obligaciones antes de alquilar tu piso o inmueble.
El cumplimiento de la ley es fundamental y acreditar la legalidad del proceso es el mejor compromiso e imagen que puedes ofrecer como propietario frente a tus inquilinos, además de ser el mejor valedor frente a posibles problemas.
Con estas cuatro premisas básicas, teniéndolas en consideración, estarás lo suficientemente preparado y dispuesto para lanzar tu alquiler. Eso sí, ante cualquier duda, lo mejor es no precipitarse y reclamar la ayuda de los profesionales, que para eso están. ¡Alquila bien!