Es totalmente cierto que no existen segundas oportunidades para causar una primera buena impresión. En esto el perfil del emprendedor conviene que sea muy diligente y preste una atención sigilosa a lo que tiene que ver con la comunicación, tanto verbal como no verbal.
Seguramente, ante cualquier situación comunicativa o encuentro profesional del tipo que sea –por ejemplo, una reunión-, el nerviosismo aparece en escena como un invitado inesperado que nos puede jugar malas pasadas, hasta el punto de llegar a apoderarse de la situación y crear bloqueos o inseguridades manifiestas que interfiere en el buen desarrollo u objetivo que se persigue. Tanto es así, que esos mismos imponderables, experimentados en ocasiones en tales contextos, revierten con una fuerza determinante en lo qué decimos –comunicación verbal- y en cómo lo decimos – comunicación no verbal-. La solución pasa por un entrenamiento en una serie de habilidades comunicativas que el emprendedor ha de manejar y utilizar en estas circunstancias.
Ahora bien, te estarás preguntando cómo llegar a controlar estas situaciones. Muy fácil. En Arrentum queremos darte una serie de claves que te permitirán causar una buena impresión ante cualquier reto de este tipo que se te plantee:
- Lo primero de todo, piensa muy bien lo qué tienes que comunicar, es decir, el mensaje. Para ello, define bien lo que debes transmitir y fíjate unos objetivos concretos, precisos y alcanzables que te hagan encauzar o reconducir la situación.
- También has de creer el mensaje. En este sentido tu exposición ha de estar plagada de argumentos y criterios para resultar ser convincente. Ah, y sobre todo, no olvides de echar mano de la coherencia entre el mensaje y cómo lo expresas, para ello tienes como aliado la comunicación no verbal.
- Muestra seguridad. En este caso el lenguaje de la proxemia –el espacio que ocupas con tu interlocutor- es determinante. Muéstrate cercano, relajado, sin invadir el espacio del otro. Sé respetuoso con él y mantén una actitud abierta y dialogante que se manifiesta con una posición postural recta, pero no encorsetada, y con las manos abiertas tendientes al diálogo y la propuesta.
- Evita la excesiva gesticulación. Esto es sinónimo de dispersión del mensaje, además de resultar, en ocasiones, un tanto incómodo e incluso violento. Para ello, principalmente, has de ejercer cierto control sobre las manos ya que transmiten demasiada información. Si no puedes parar de moverlas, toma un bolígrafo en las manos y úsalo como herramienta de control –evita también moverlo en exceso-, mantén las palmas de las manos abiertas, jamás trates de cruzar las manos o brazos ya que muestran encorsetamiento y poco aperturismo y, por supuesto, evita el tocarte el pelo, la oreja o la nariz ya que transmite total inseguridad.
- Finalmente, nunca olvides unas palabras básicas de cortesía: buenos días, gracias y por favor.
Con todas estas herramientas que te hacemos llegar desde Arrentum no dudes que tendrás parte de este juego ganado. El resto lo pones tú. Comunicar y transmitir a bien aquello que piensas y crees es parte de la estrategia.
Palabras clave: emprender, emprendedor, lenguaje, impresión, comunicación verbal y comunicación no verbal.