Una de las cuestiones más determinantes para cualquier franquiciado es la obtención de financiación que le permita hacer frente a la inversión inicial. Para ello, resulta necesario conocer las figuras y principales vías de financiación. ¡Vamos a ello!
Recursos propios
Actualmente resulta prácticamente imposible buscar financiación si los recursos propios del emprendedor no alcanzan el 60% de la inversión total estimada (incluso es aconsejable acercarse al 80%).
Entorno propio
Es otra vía de financiación factible: amigos, familia y “locos” (lo que en el mundo anglosajón se define como el grupo de las 3 “efes” –family, friends and fools-). Estos son agentes benefactores que confían en el emprendedor y en su idea-visión de negocio, los cuales le apoyan y sustentan a la hora de cubrir y satisfacer sus necesidades financieras.
Socio inversor
Puede ser otra alternativa real como vía de optimización para esa financiación inicial. Al respecto, el socio es el propietario de un porcentaje de las acciones de la sociedad, de una manera temporal o bien permanente. El inconveniente radica en la pérdida de poder por parte del emprendedor, viendo sometidas y comprometidas su decisiones iniciales por aquél. En cambio, un buen socio inversor puede aportar una visión importante a la gestión de negocio.
Ayudas y subvenciones públicas
Estas pueden facilitar los primeros ejercicios del nuevo negocio en forma de descuentos, aplazamientos o deducciones fiscales, ayuda en la compra de equipos o entrega de cantidades en metálico, entre otras. Al respecto, conviene saber que son las comunidades autónomas las que ostentan las mayores competencias canalizadoras de este tipo de ayudas que, a su vez, proceden de fondos de inversión europeos.
Instituciones como la Dirección General de la Pyme, Instituto de Crédito Oficial (ICO), Cámaras de Comercio o asociaciones de jóvenes empresarios son los organismos más adecuados que pueden aportar asesoramiento financiero en esta materia. De igual modo, conviene saber que las ayudas o subvenciones públicas, en la mayoría de los casos, llegan al bolsillo del franquiciado una vez tenga puesto en marcha el negocio.
Microcréditos
Puede ser otra opción de vía de financiación pese a que nunca ha llegado a funcionar del todo en España. Resulta de utilidad para franquiciados de determinados colectivos que no necesiten una financiación superior a los 30.000 euros.
Otras vías alternativas
En este caso son propias para emprendedores que se encuentran inmersos en la puesta en marcha de una central de franquicia, dándose la opción de fuentes de financiación específicas tales como el business angels: inversores informales con capacidad para aportar capital y conocimiento a empresas nóveles que actúan a modo de pequeñas sociedades de capital de riesgo aunque a menor escala.