Si tu piso tiene colgado el cartel “se alquila” en este post queremos ofrecerte una serie de ideas que, sin duda alguna, harán aumentar su valor. Probablemente, si las tienes en cuentas, quizá, experimentes cómo te lo pueden llegar a quitar de las manos. Mantente muy atento y ¡ponte manos a la obra!
Labores de mantenimiento
Reparar una gotera o una simple grieta, eliminar desconchones o manchas de humedad que lucen en la pared, arreglar un cristal en mal estado o una puerta que no deja de hacer ruidos cada vez que se abre, cargarte ese mueble que está viejo o sufre el uso del pasar del tiempo son pequeños detalles que pueden mejorar aún más el estado general de la vivienda.
Se trata de hilar fino a la hora de acometer unas simples tareas de mantenimiento con la finalidad de hacer más atractivo cada una de las estancias al futuro inquilino. Conviene, al respecto, que realices una pequeña inversión en reparar lo más sencillo para lograr conseguir un efecto que te resultará de interés y altamente beneficioso.
Pintura en colores neutros
Si las paredes presentan un estado inadecuado toca pintar o higienizar las mismas. Es preferible que no optes por la personalización de colores y que te decantes por tonalidades mucho más neutras, pues tus gustos quizás no sean coincidentes con los del posible arrendatario.
Por tanto, si tienes que dar una mano de pintura lo más aconsejable es que lo hagas con colores neutros. Con ellos siempre acertarás puesto que están desprovistos de cualquier atisbo de personalismo y además, aportan una mayor frescura, calidez y tranquilidad.
Del baño a la cocina
Son las estancias principales que más se prestan al detenimiento u observación del inquilino. Son los habitáculos más delicados e incisivos de cualquier inmueble, así que ya sabes, en el momento de enseñar tu piso de alquiler, todo tiene que estar impoluto, particularmente, el baño y la cocina.
No se trata que hagas grandes esfuerzos para ponerlos a punto. Basta con un simple lavado de cara. Por ejemplo, a la hora de ofrecer un nuevo alquiler sería suficiente si cambias las cortinas de la ducha, la tapa del inodoro o limpiar a fondo tanto los azulejos, de manera que queden casi relucientes, como los enseres y mobiliario básico para que se vean en perfecto estado.
Mucho cuidado con el suelo
Si tu piso de alquiler es de parqué de madera quizá sea el mejor momento para que realices una mínima inversión que, a la larga, te aportará grandes resultados. Si luce en mal estado es preferible que lo acuchilles o que le des una buena capa de encerado para que se vea perfecto y digno. Lo mismo, en el caso de baldosas o azulejos rotos, cambiarlos es siempre la mejor opción para tratar de disimular el uso o el pasar del tiempo.
Diferénciate de los demás
Ofrece espacios alternativos y de gran utilidad si así lo aconseja la disposición del espacio. Crea espacios únicos y confortables a la hora de enseñar el piso. Si dispones de un inmueble con terraza o jardín puede ser un valor añadido que, de mostrarlo sumamente cuidado y con pequeños detalles, resultarán de gran atractivo e interés.
En definitiva, se trata de que orientes tus esfuerzos en mejorar y adecuar las posibilidades del inmueble con pequeños gestos para que tu piso tenga un valor añadido con el que puedes ganar la partida del alquiler. ¡Ponte manos a la obra!