Mucho se habla de los inquilinos pero también, en ocasiones, el propietario de un inmueble o vivienda es capaz de cometer toda una ristra de errores que pueden poner en entredicho su alquiler o conllevarle más de un quebradero de cabeza. ¡Ahí van un par de ellos!
Dejarse llevar
Existen propietarios que fracasan en la gestión de su alquiler porque, entre otras razones, se dejan llevar.
Sí, se dejan llevar por las buenas apariencias e intenciones de un inquilino que a la larga resulta ser un moroso en potencia, se dejan llevar por amiguetes o conocidos que le ayudan a establecer el precio óptimo del alquiler, o acuden a ciertos “aficionados” que le asesoran inadecuadamente sobre ciertos aspectos legales, etc.
Malo es cuando un propietario se deja llevar y es capaz de rechazar la profesionalidad de los expertos y profesionales del alquiler que, ahora más que nunca, se encuentran a su disposición para tenderle la mano, con la certeza de que éstos pueden ser los que mejor están preparados para llevar las riendas de ese alquiler con el que no logra acertar.
Fiarse de quien no debe
En ocasiones, el propietario de cualquier inmueble cae en diversas trampas. Bien por desconocimiento, por depositar su confianza en quienes no debería, por fiarse del primero que pasa, etc.
En el alquiler no cabe lugar para la experimentación, ni mucho menos conviene dejarse asesorar por cualquiera. En este sector, la profesionalidad es un valor en alza que está devolviendo la dignidad a un alquiler que se muestra cada vez más transparente y de calidad. No vale fiarse de cualquiera y si un propietario lo hace estará abocado a una concatenación de errores que, a la larga, le acabarán pasando factura.
Creer que lo sabe todo
Existen propietarios que se autoproclaman conocedores y sabedores de cómo funciona realmente el mercado del alquiler. Si lo fueran, no cometerían imprudencias como poner en alquiler un piso que carece de certificación energética, o adoptan inadecuadamente la decisión de un precio de alquiler que bien es excesivo o defectuoso, etc. Al margen, de reglamentar situaciones que escapan fuera de la ley vigente de Arrendamientos Urbanos, entre otros patrones.
Lo que es significativo es que estos y otros muchos errores tienen salvaguarda. ¿Cuál es la solución? Optar por la ayuda de los profesionales del sector, confiar en ellos y tratar de paliar esos errores antes de que sea tarde. Aunque, como dice el refrán, “más vale tarde que nunca”. Si eres propietario nunca cometas errores con el alquiler…¡Tienes a los profesionales a tu disposición! En Arrentum te están esperando. ¡Infórmate!