La rehabilitación energética en el alquiler es cuestión de tener una serie de cuestiones sumamente claras. A bote pronto, podría sonarte algo complicado, pero no lo es. Además, por si no lo sabes -en caso de que tu inmueble la estuviera pidiendo a gritos-, muchas serán las ventajas y beneficios con los cuales acabarás sacándole partido. ¿Quieres saber cómo? ¡Ahí van!
Ahorro energético
Una buena rehabilitación energética acabará ahorrándote muchos importes en las facturas de los suministros, por ejemplo.
Con una adecuada rehabilitación energética lograrás que tus posibles inquilinos terminen por ahorrar unos cuantos euros en los diversos consumos asociados a los gastos de energía.
A su vez, gran parte de la energía que se desperdicia se produce por una falta de rehabilitación energética si es que la estuvieran necesitando algunas instalaciones o estructuras claves del hogar. Por ello, es importante llevar a cabo, en este sentido, cuantas mejoras sean pertinentes.
Por ejemplo, invertir unos cuantos esfuerzos en la mejora y en el aislamiento de ventanas y de cualquier tipo de cerramientos puede ser una de las soluciones más efectivas. Incluso, el acondicionamiento y revestimientos de fachadas, tejados, etc. también forman parte de la solución. Así que, ya sabes, si tu piso de alquiler lo necesita no dudes en llevar a cabo estas reformas.
Ayudas
Muchos son los planes y ayudas desarrollados por las administraciones para facilitar esa rehabilitación energética de los hogares. Lo más recomendable, en este sentido, es que te informes en la comunidad autónoma en la que residas de las mismas.
A nivel estatal, por ejemplo, puedes beneficiarte del denominado Plan Vivienda 2013-2016 para mejorar la eficiencia de tu hogar.
Con estas ayudas podrás mejorar el aislamiento general del inmueble, las instalaciones térmicas y de iluminación. Algunas de las más destacadas son la instalación de calderas de biomasa con ayudas de base del 25%, entre otras muchas.
Certificado de eficiencia energética
Además, por si no lo sabías, es obligatorio que dispongas de un certificado de eficiencia energética. Por ley, incluso, tu inquilino podría exigírtelo o demandarlo.
Por tanto, si no lo tienes conviene que te hagas con este documento que mide la eficiencia energética de tu hogar.
Como ves, resulta una cuestión muy importante. Así que, si lo tienes claro, ponte manos a la obra y mejora en eficiencia energética. No has de tener miedo a cualquier mejora o rehabilitación en esta materia. Tu piso, tu bolsillo y tus inquilinos te lo agradecerán, tenlo por seguro.