Detectar a un posible inquilino moroso, en ocasiones, no resulta nada fácil para muchos propietarios. Sobre todo por las pericias que estos deudores son capaces de manejar. Son, por encima de todo, auténticos expertos en no asumir su principal responsabilidad: la de pagar el alquiler.
Por ello, desde Arrentum, queremos facilitarte las claves para evitar toparte con uno de ellos
Acaba con los inquilinos morosos
El retraso del pago de alquiler como primer indicio
Todo moroso del alquiler lo primero que tratará de poner en marcha es la maquinaria para evitar el pago del inmueble. Es su principal pretexto, siendo su única hoja de ruta tratar de beneficiarse “por la cara”, a coste gratis, de la vivienda de la que es usuario.
Para colmo, tratará de dilatar el pago de la renta en el tiempo todo lo que pueda y más, echándole “morro” al asunto y amparándose en cualquier tipo de artimañas para evadirse del pago.
“Dueños de lo ajeno”…
Si por algo son reconocibles es porque estos grandes deudores son capaces de adueñarse, si se lo proponen, hasta de la propia conciencia del propietario del inmueble o vivienda.
El moroso se aprovecha de cualquier circunstancia, inclusive, de las más personales para tratar de salirse con la suya: “no pagar”. Tal es así, que llegará hasta el extremo de manipular a todo aquél propietario deseoso de recibir, algún día, el pago de su renta. ¡Nada de eso! La mentira y la manipulación es su única nómina para llegar a fin de mes.
Auténticos “vendedores de humo”…
El buen moroso del alquiler es, por encima de todo, un gran estratega. Es un mentiroso compulsivo que tratará de sacar rédito de cualquier circunstancia, adueñándose de la esperanza del casero que, pacientemente, aguarda a que éste se decida, algún día, a efectuar el pago de su renta.
Pues no, tratará de salirse con la suya vendiendo excusas por doquier: “te lo pago mañana”, “me has pillado muy liado”, “he tenido un problema personal”…son algunas de sus expresiones para resultar convincentes y vender humo.
Expertos en “dar la lata”…
Cuando dejan de ser creíbles y la duda les acecha, tratarán de dar la lata para enmarañar más la situación del impago. Te dirán “no he recibido la factura”, “no constan todos los datos necesarios en la factura”, “el importe no es lo acordado” “esto no es lo que hablamos”, etc.
Exigirá todo lo que esté en su mano, incluso no dudará en agarrarse a los preceptivos legales para salirse con la suya.
¡Vuelva usted mañana!
A fin de tener atado en corto al propietario, recurrirá para calmar los ánimos a todo tipo estafas y argucias revistiéndolas de normalidad. “Llame mañana porque hoy tengo mucho lío”, “ya he pagado”. Nada de esto será cierto, tratará de dilatar el asunto todo lo que pueda para tratar de ir ganando posiciones.
Detectarlos no es una tarea fácil. Pero sí lo es a través de los expertos en la selección del inquilino. Nada mejor que acudir y confiar en ellos. Sólo así, si eres propietario, podrás ponerle cara a ese moroso que trata de “tomarte el pelo”. Con Arrentum, ¡morosos los justos!….
